Probablemente todos hayáis visto, o por lo menos habréis oído hablar, de Dynamo, el mago de lo imposible.
Me he convertido en un gran admirador de Dynamo en los últimos meses, es un tipo humilde que no necesita un gran montaje para dejarte flipando. Se sube por las paredes, camina sobre el agua, hace levitar a alguien.. etc. Trucos de cartas y monedas tiene todos los que quieras, además, es un mago que no actúa ante un público concreto que tiene que pagar para verle; Dynamo va por la calle, con un cámara detrás, y va haciéndole trucos a la gente. Muchos famosos le llaman para que vaya a sus fiestas a entretener a los invitados, se ha convertido en un personaje muy popular en poquísimo tiempo.
Aquí os dejo un video con uno de los trucos que hace que más me gustan. Coge un móvil y lo mete en una botella de vidrio como si nada.
Tras ver varios de sus trucos me cuestiono
una pregunta: ¿Es la ignorancia la clave de la felicidad?
Para afirmar esto me apoyo en el ejemplo de
Dynamo. La gente a la que le hace los trucos se queda absolutamente flipando, y
con ello disfruta. Se empiezan a reír de la incomprensión.
¿Creéis que si Dynamo revelara sus trucos
en un libro seguiría teniendo la fama que tiene?
Desde luego se forraría, pero al ya saber
todo el mundo sus trucos, no tendría tanta gracia. La gente ya pasaría de él al
ver que sus sospechas se confirman, no es magia de verdad. Al ya saber la
gracia, no disfrutas tanto como cuando no tienes ni idea de como lo ha
hecho.
Una comparación bastante similar es la de
un niño pequeño, ajeno completamente a los problemas de la vida, que se le ve
feliz, jugando y divirtiéndose. Mientras va creciendo va perdiendo la
inocencia, comprende que no todo a su alrededor es bueno y perfecto como
creía.
En cambio, alguien que es ignorante no es consciente
de lo que ocurre a su alrededor, le dicen lo que tiene que hacer o se lo
dan todo hecho, no toma decisiones en la vida, es como una máquina. Los
ignorantes lo son porque no piensan, no toman sus propias decisiones. La
felicidad la alcanza el hombre mediante el uso de su libertad y de su inteligencia.
¿Y alguien que no hace uso de ninguna de las dos puede ser feliz? Desde luego,
no tiene méritos de los que alegrarse, ni es feliz por decisiones que ha
tomado.
Teniendo en cuenta estas dos posiciones,
dejo en el aire la pregunta "¿es la ignorancia la clave de la
felicidad?"
Juan Luis R
